Un cruce entre dos ríos
Algunas veces siento que vivo en medio de un cruce entre dos ríos.
Sé que experimentar sensaciones nos hace únicos, pues nadie puede enseñarnos a sentir, y que en la vida es mejor no tener prisa, sino seguir con calma la evolución natural de su curso.
También sé que siempre hay un progreso y que el amor nos fortalece.
Sin embargo, debemos decantarnos hacía un lado y dejar que la corriente nos arrastre.
La decisión está tomada, trataré de llegar a la desembocadura con dulzura y constancia, sin precipitarme, dando un paso tras otro, y sin miedo a perderme entre sinuosos meandros, verdes algas y bravos remolinos de agua, porqué al final sé que me espera la felicidad.
Los buenos pensamientos que enriquecen el alma, el alimento espiritual que nos eleva, son el cultivo que ahora riegan estas aguas.